A la hora de elegir un nuevo reloj, nos guiamos por criterios como la forma, el mecanismo o el diseño. Sin embargo, el material con el que está fabricado también es importante. Sobre todo si nos enfrentamos al problema cada vez más frecuente de las alergias. ¿Todos los metales son alergénicos? ¿Qué debe tener en cuenta a la hora de elegir un nuevo reloj? ¿Correa o brazalete de piel?

Caja y brazalete antialérgicos

Conviene señalar de entrada que las alergias son un fenómeno cada vez más frecuente. Cada vez aparecen más alérgenos. También hay un pequeño grupo de personas (alrededor del 1%) que muestra una reacción alérgica a materiales teóricamente no alergénicos. Numerosas normativas internacionales, entre ellas las de la UE, velan por nuestra seguridad, obligándonos a fabricar e importar productos que cumplan normas bastante estrictas. ¿Qué significa esto en la práctica? Las restricciones introducidas pretenden reducir a cero los productos que contienen elementos alergénicos como el níquel. Actualmente se utilizan acero inoxidable, titanio o cerámica de alta calidad para fabricar brazaletes y cajas, incluidas las asas de los relojes. Estos materiales están indicados como seguros. Cada vez más fabricantes utilizan acero inoxidable 316L, que es un material hipoalergénico, para sus productos. ¿Son alergénicos el latón y el bronce? Actualmente no se prevé que estos materiales sean alergénicos. Están recubiertos de un barniz protector especial. Sin embargo, como resultado de una reacción química con el pH humano, pueden ennegrecerse y manchar la piel de forma desagradable.

Cinturón de cuero o silicona

Una correa de cuero o silicona es una buena solución para las personas alérgicas. Las estrictas normas de la UE hacen que hoy en día el curtido y teñido del cuero se realice sin metales pesados. Esto las hace seguras. En cuanto a las correas de silicona o caucho, no son alergénicas. La excepción son las personas alérgicas al látex, en cuyo caso una correa de este tipo no es la mejor opción. También conviene prestar atención al material de la hebilla y la correa del reloj, ya que entran en contacto directo con la piel.

Cuidemos nuestro reloj

Hay ocasiones en las que elegimos un reloj potencialmente seguro y, de todos modos, aparecen lesiones cutáneas. No sólo es importante de qué está hecho nuestro reloj, sino también cómo lo cuidamos. La suciedad, el polvo, la epidermis abrasiva en contacto con la piel pueden causar irritación o brotes, dando lugar a una antiestética erupción. Merece la pena adquirir paños especiales para limpiar relojes o joyas. Una zona crítica y a menudo olvidada es la parte superior de la caja. También conviene prestar atención a cómo se lleva el reloj. Una correa o brazalete demasiado apretado o demasiado suelto puede causar abrasiones o quemaduras. Sobre todo en verano, conviene tenerlo en cuenta.

Reloj antialérgico

En conclusión, al comprar un reloj en tiendas fiables y de fabricantes conocidos, podemos estar seguros de que los materiales utilizados cumplen normas bastante estrictas y, por tanto, son seguros para nuestra salud. Las reacciones cutáneas no siempre son consecuencia de alergias, sino a menudo de un uso inadecuado del reloj. Cuidemos su limpieza. También podemos proteger la piel contra las abrasiones. Espolvorear una pequeña cantidad de polvos de talco sobre la piel puede ayudar a reducir las rozaduras y abrasiones. Siguiendo los consejos anteriores, ¡sólo nos queda disfrutar de nuestro reloj favorito!