![](/media/amasty/blog/zegarek-mechaniczny-czy-automatyczny-1600x590-379.jpg)
En nuestros artículos hemos abordado a menudo el tema de los movimientos, principalmente los automáticos y los de cuarzo, cuál es mejor, cuál merece la pena elegir, etc. Admitámoslo, hay muchos más relojes con este tipo de mecanismos que con cuerda manual, pero sin embargo, este tipo de cuerda se sigue utilizando en la fabricación de relojes y son muy apreciados por los profesionales. En el artículo de hoy, veremos la distinción entre movimientos mecánicos de cuerda manual y automática.
Mucha gente suele distinguir entre los relojes mecánicos, es decir, los de cuerda manual, y los automáticos -que se dan cuerda solos sin necesidad de que intervengamos en el funcionamiento del reloj- como dos categorías distintas. Se trata de una distinción más fácil, pero incorrecta, que intentaremos corregir y explicar en este artículo.
Empecemos por el principio, es decir, por la clasificación de los mecanismos y sus estirpes. Podemos dividir los relojes en dos grupos básicos:
¿Por qué exactamente esta división? Es bastante fácil de explicar. Los relojes mecánicos -ya sean de cuerda manual o automática- están equipados con: una asa (transmite la energía mecánica), un volante (regula la marcha) y un muelle motor. Este último, al tensarse, se expande (se desenrolla), transfiriendo así la energía potencial acumulada a los distintos componentes del mecanismo. De este modo, el muelle pone en movimiento todo el mecanismo. La ventaja de estos mecanismos es que no necesitan una pila para funcionar, que siempre hay que cambiar al cabo de un tiempo si se desgasta - solo los relojes de cuarzo tienen este sistema de accionamiento.
Puede consultar las diferencias entre los relojes automáticos y los de cuarzo en el siguiente enlace.
Ya sabemos que los relojes mecánicos funcionan con un muelle. Veamos ahora las dos subcategorías mencionadas y sus diferencias. Obviamente, los relojes con mecanismo de cuerda manual se originaron mucho antes que los de movimiento automático. Estos modelos son sinónimo de lujo, tradición, artesanía relojera y singularidad. No es de extrañar que sean algunos de los modelos más preciados del mercado. En este tipo de relojes de accionamiento manual, es necesario dar cuerda sistemáticamente al muelle del mecanismo. Para ello, se gira la corona hasta el tope. Esto pone en movimiento el eje tensor y los engranajes encargados de tensar el muelle de arrastre. Este tipo de mecanismo es más fácil de reparar, en caso de posibles daños, y sobre todo más fácil de limpiar. Es una solución adecuada para quienes gustan de cuidar sus relojes.
Los relojes de cuerda automática se desarrollaron hacia 1770 y son versiones mejoradas de los relojes de cuerda manual. La mayoría de la gente elige este tipo de movimiento principalmente por su comodidad y conveniencia: no hay necesidad de acordarse de darle cuerda con regularidad. Basta con que el propietario lleve el reloj en la muñeca para que su muelle motor esté constantemente bajo tensión. En este caso, el péndulo y el engranaje de liberación se encargan de la autotensión del muelle. Pero, ¿qué ocurre si actualmente no llevamos el reloj en la muñeca? A los coleccionistas y entusiastas de los relojes les gusta utilizar rotomatores, que son dispositivos especiales que dan cuerda al reloj sin tener que ponérselo en la muñeca. Una ventaja adicional de los relojes automáticos es que algunos modelos están equipados con un indicador de reserva de marcha, es decir, muestran información sobre el grado de tensión del muelle.
Si desea un reloj con "alma", merece la pena optar por un modelo mecánico. Depende de nosotros, y sobre todo de nuestra comodidad, qué reloj elegimos, de cuerda manual o automático. Para ver una selección más amplia de relojes de cuarzo, automáticos y de cuerda manual, visite nuestra tienda en línea.