Los relojes con movimiento automático se caracterizan por su elegancia y diseño refinado. Lo más frecuente es encontrarlos en piezas fabricadas con materiales sólidos como el acero inoxidable o el titanio, que llevan un brazalete clásico cómodo de abrochar. El reloj automático se considera un símbolo de prestigio, principalmente por su distinguido diseño. Está dedicado a quienes aprecian los accesorios de alta calidad tanto para un estilo formal como más cotidiano.
Además de modelos con un marcado pedigrí elegante, también podemos encontrar propuestas de piezas más deportivas, en las que los mecanismos automáticos están diseñados para medir el tiempo con precisión en condiciones difíciles en las que otro tipo de mecanismos serían menos eficaces. Se trata de situaciones como el submarinismo o las expediciones extremas. Entre estos relojes se encuentran modelos de marcas como Adriatica, Atlantic y Doxa.
Un reloj con movimiento automático tiene un principio de funcionamiento muy similar al de los modelos con cuerda mecánica, en los que un muelle que gira lentamente genera la energía necesaria para poner en movimiento la rueda dentada que controla las agujas de la esfera. La diferencia es que a un modelo de cuerda manual hay que darle cuerda de vez en cuando para mantener una reserva de marcha segura, mientras que en un modelo de cuerda automática no es necesario hacerlo. En un reloj de este tipo, la tecnología se encarga de dar cuerda al muelle, con lastres especiales que lo retuercen automáticamente con cada movimiento, por mínimo que sea, de la manecilla.
Esta solución permite al reloj mantener eficazmente una larga reserva de marcha -normalmente de hasta 40 horas- con el mínimo esfuerzo. Basta con llevar el reloj en la mano. Además, para que el cronometraje sea más preciso, se utilizan piedras de rodamiento especiales para calibrar la hora correcta.
Se pueden encontrar movimientos automáticos en relojes de pulsera de fabricantes líderes como Citizen, Seiko,Orient y Orient Star. Los modelos de alta tecnología, como el Grand o el Prospex de Seiko, tienen una reserva de marcha de hasta 72 horas, mientras que otras marcas punteras son Vostok y Sturmans.
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